La artritis felina, también conocida como enfermedad degenerativa de las articulaciones (EAD), es muy común en los gatos. La EAD ocurre cuando el cartílago (tejido conectivo firme que protege los extremos de los huesos) dentro de una articulación se desgasta. Esta falta de cartílago en la articulación puede causar dolor crónico insoportable y puede llevar a una mala calidad de vida.
Los gatos con enfermedad degenerativa de las articulaciones suelen tener dolor en la parte baja de la espalda, los codos, las rodillas, las caderas, los hombros y los corvejones (el equivalente de nuestros tobillos). Los estudios indican que hasta un 92% de los gatos pueden tener EAD. Usted puede pensar que la EAD sólo ocurre en gatos mayores, sin embargo, incluso los gatos jóvenes pueden contraerla. Es posible que no lo note hasta que su condición empeore con la edad.
Su papel en el diagnóstico
Usted es crucial para averiguar si su gato tiene EAD porque conoce su temperamento, disposición, rutinas y actividades normales.
Cualquier cambio en el comportamiento normal de su gato puede ser un signo de dolor.
Lleve un cuaderno y anote el comportamiento normal de su gato, cualquier cambio y/o nuevos comportamientos.
Para identificar los cambios, compare las conductas y reacciones diarias de su gato en diversas situaciones con las de cuando era un adulto joven.
Cualquier cambio en el comportamiento normal de su gato puede significar que está dolorido, enfermo o estresado. Todas estas son razones para hablar con su veterinario de inmediato.
Signos y síntomas
Puede ser muy difícil darse cuenta de que su gato tiene dolor porque los signos son sutiles y difíciles de identificar. Los gatos tienen un instinto natural para ocultar o enmascarar los signos de dolor o debilidad. Esto se debe a que los gatos son cazadores solitarios, que se protegen de los depredadores y de las amenazas percibidas. Incluso los gatos que viven solos en casa siguen teniendo este instinto protector.
Los gatos con EAD raramente cojean porque la enfermedad suele ocurrir en la misma articulación de ambas piernas (por ejemplo, ambas rodillas). Esto difiere mucho de la artritis en los perros, que pueden mostrar más dolor en una pierna, por lo que hay una notable cojera. La incomodidad de caminar también es más fácil de reconocer en los perros, ya que por lo general son llevados a pasear al aire libre.
Si su gato presenta alguno de los siguientes cambios, póngase en contacto con su veterinario inmediatamente.
- Disminución de los saltos hacia arriba o hacia abajo, o no saltar tan alto como antes
- Dificultad o vacilación al subir o bajar escaleras; más lento en las escaleras
- Rigidez
- Menos activo y juguetón
- Se retiran, se esconden o aumentan su ” apego “.
- Disminución del cuidado personal o exceso de higiene en un área dolorosa
- Agresivo al ser manipulado o hacia otra mascota
- Ensuciar la casa (no usar la caja de arena para la orina y/o las heces)
Tratamiento del dolor
Si su veterinario diagnostica a su gato con EAD, existen excelentes tratamientos para esta afección. Así que no se entretenga y póngase en contacto con su veterinario si nota cualquier posible señal.
Una vez realizado el diagnóstico, su veterinario le ayudará a desarrollar un plan de tratamiento para su gato.
El tratamiento incluye tanto medicamentos como cambios sencillos en su casa para que su gato pueda mantener su comportamiento normal.
Por favor, recuerde que NUNCA le dé a su gato ningún medicamento sin que su veterinario se lo indique. Esto incluye medicamentos de venta libre como ibuprofeno (Dalsy), acetaminofeno (es decir, Tylenol) o aspirina. Muchos de estos medicamentos pueden ser mortales para los gatos.
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